Polaquito

Es como si hubiesen pasado unos pocos minutos desde que ese infierno de truenos y luces terminó. Fueron muchos… varias veces al día durante meses… pero recuerdo cada uno con tantos detalles que hasta yo mismo me asusto. El último fue el peor… igual de doloroso… igual de aplastante… pero por alguna razón, fue el peor.
Nunca más volví a ver un cielo tan celeste y un sol tan brillante como los de ese día…  ese cielo y ese sol, no pertenecían a ese tiempo… era un capricho.
Me sonrío al recordar lo que pensaba… mezclaba las ganas de tener un globo con las de escapar de allí para siempre… Pensaba en cuantas cosas nuevas hubiese podido ver en un día tan limpio de haber nacido lejos de allí. Quizá hubiese podido correr, pero no huyendo. O tal vez nadar en algún río y no en la tierra quemada… que mis codos se mojen, pero no se raspen… no se.
Nunca sufrí porque se me rompa un juguete… a mi se me rompían mis amigos, otros niños… mis vecinos… mis ojos…. Mis padres... no se... nunca más supe de ellos desde el último infierno….ah…quizá por eso haya sido el peor.